Discurso de la egresada Xiomara Elizabeth Montes de Oca Peralta en el marco de la Ceremonia de la Ceremonia Académica. 190116
Esta noche celebramos la conclusión de una de nuestras
más preciadas metas, terminamos una licenciatura, especialidad o maestría, con
este acto finalizamos el recorrido de uno de los caminos más importantes en nuestra
vida sin siquiera dimensionar lo que nuestros actos de hoy en adelante representaran
para el futuro.
Ante un panorama que se presenta desolador, y a veces
sinsentido, la contribución que deberemos hacer como egresados de la
Universidad Del Pedregal y como nuevos profesionistas será determinante.
Muchos se preguntarán, ¿tendrá valor mi contribución? ¿Mis
acciones o actitudes podrán marcar la diferencia? Pues bien, seguramente todos
hemos oído hablar alguna vez del efecto mariposa. Edward Loren planteó la
idea de que, dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema,
la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en
formas completamente diferentes, es decir, cambios minúsculos que conducen
a resultados totalmente divergentes; ese pequeño
cambio puede generar en consecuencia un cambio enorme. Pienso que el efecto
mariposa es un argumento de esperanza como dijo el premio Nobel de la paz
Koffi Annan.
Compañeros: Es indispensable que asumamos que los
minúsculos cambios que realicemos modificarán el sistema, así debe de ser, solo
así daremos verdadero sentido a tantos años de estudio, a tanto esfuerzo de
profesores, de nuestros padres, porque todos deseaamos un futuro en el que
seamos protagonistas del bien común; cuando nuestros padres nos llevaron al
jardín de niños por vez primera visualizaban que este momento llegaría y que
con él la enorme oportunidad de contribuir a un mundo más justo, más equitativo
y, sobre todo, en paz.
Cada uno de nosotros ha dejado su propia marca en esta
universidad, ya sea por una presentación, una respuesta, una calificación o lo
más importante la huella que hemos dejado los unos en los otros, simplemente
por el hecho de habernos conocido, de igual forma nuestros actos dejaran huella
en este mundo.
Y por supuesto no me quiero olvidar en este acto, de
aquellas personas que han nos han ayudado tanto en este difícil camino,
personas que han contribuido a que esta etapa
haya sido más fácil y que nos han apoyado en aquel momento difícil
cuando todo lo veíamos negro y nos dieron un empujón cuando más lo
necesitábamos, con estas palabras me refiero a nuestras familias, padres,
hermanos, abuelos ,tíos, primos… simplemente GRACIAS por su apoyo y confianza.
Tampoco quiero olvidar a nuestros amigos, a los que
conocimos al entrar a nuestra universidad, que eran los que te ayudaban, te
apoyaban cuando tenías trabajos difíciles, los que te animaban cuando fallabas,
los que te aconsejaban y los que te pedían consejo en momentos de crisis o
bueno y también por qué no decirlo con los que no dejabas dar la clase, con los
que salías los fines de semana o entre semana, con los que te ibas de
fiesta, con los que hiciste ese viaje que jamás olvidaras… solo recuerden que es muy difícil
encontrar un amigo, es más difícil dejarlo… pero es imposible olvidarlo.
Agradezco a nombre de todos mis compañeros a la
Universidad Del Pedregal que en voz de sus directivos y docentes hacen que esta
noche sea una noche de gran felicidad para todos nosotros y que me permiten
contribuir, de manera muy modesta, con el cambio que se espera de nosotros
porque un pequeño gesto como el aleteo
de una mariposa puede ocasionar enormes cambios.
Por la ciencia y la fe a la excelencia