Con el miércoles de ceniza se abre la puerta al tiempo de la Cuaresma, periodo que comprende cuarenta días en los que se nos invita a realizar un ejercicio de honestidad personal, desde la perspectiva que la veamos, ya sea psicológica, física, emocional o espiritual.
Asimismo, con la imposición de
la ceniza nos comprometemos a ser mejores seres humanos, padres, amigos,
compañeros, hijos, pero sobre todo, mejores hijos de Dios; al recibirla
acompañada de las palabras: “recuerda que eres polvo y al polvo has de
volver”, marcamos de manera simbólica
el compromiso con nosotros mismos y con Dios. Esto nos recuerda el sentido
efímero de la vida y la grandeza de nuestro Padre que desea el bien para sus
hijos.
El trabajo que hagamos durante este tiempo será no sólo para
nuestro propio desarrollo, sino que, en la medida en la que sembremos a través
de las buenas obras, será nuestra cosecha. Es muy grato saber que alguien nos
perdona cuando cometemos una ofensa tras otra, pues debemos de practicar el
perdón y recordar que, al final de cada uno de nuestros días, si Dios no puede
felicitarnos por haber triunfado, sí nos aplaudirá por haber luchado.
Por: Mtro. Onofre Maciel Carbajal, Coordinador de Servicio Social.
Por: Mtro. Onofre Maciel Carbajal, Coordinador de Servicio Social.
serviciosocial@upedregal.edu.mx
Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la posición de la Universidad Del Pedregal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario